jueves, 9 de mayo de 2013

             Evolución de la criminología.
La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data desde la antigüedad.  Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este tema, atribuyendo los delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía del derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos estudios médicos para investigar crímenes aislados.
                          Escuela Clásica
En el siglo XVIII, el jurista italiano Cesare Becaria compendia en su obra Trattato dei delitti e delle pene (De los delitos y las penas) las leyes existentes, tratando de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y evitar una interpretación desviada por conceptos morales de los jueces. Enrico Ferri es considerado unos de los precursores de la criminología y se le toma como punto de arranque de la escuela clásica. Con esta escuela clásica acabaron las injusticias derivadas de la aplicación del derecho penal, generalizando el respeto a la ley, y reconociendo garantías individuales al limitar el poder del Estado. Sus bases fueron sentadas en 1839 por Antonio Rosini con su obra Filosofía del Diritto.
                    Escuela Positivista
En el siglo XIX, se empiezan a aplicar los métodos de observación científica al crimen, con el fin de determinar las causas de la criminalidad. En este momento es cuando la escuela italiana (Lombroso, Rafael Garofalo, Enrico Ferri) pretende encontrar la causa profunda de la delincuencia en las anomalías corporales y mentales de los individuos y de la escuela Franco belga (Durkheim, Guerry, Lacassagne, Quételet, Tarde) denuncia la influencia del medio social, verdadero «caldo de cultivo de la criminalidad».
                     Escuela de Chicago
A partir de principios del siglo XX se desarrolla en EEUU un nuevo paradigma en la investigación criminológica al centrarse en las razones que causaban el hecho de que en unos barrios se cometieran más delitos que en otros. De esta época es destacable la investigación empírica sobre delincuencia juvenil de Shaw y McKay, que concluyeron en que los barrios con ciertas características (entre ellas, el deterioro físico, la heterogeneidad cultural, población decreciente, pobreza, etc) eran más proclives a producir una mayor delincuencia. Esto sería así porque estos barrios se encontrarían socialmente desorganizados y no pueden realizar su función de control social ante actos desviados.[1]
En cuanto a los estudios universitarios, el primer programa de estudios universitarios a nivel licenciatura en Latinoamérica surgió en 1978 en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (hoy Facultad de Derecho y Criminología) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), en Monterrey, México. La primera Escuela de Criminología de Sudamérica se abre en la Universidad de Los Andes, en Mérida, Venezuela. El año de su fundación fue 1992 y su primer egresado es el criminólogo y profesor Juan Antonio Rodríguez, primer licenciado en criminología graduado en ese país y en Sudamérica.[2] En la Patagonia Argentina, nace en 1998 la primera escuela de Criminología Social de ese país, dirigida por el criminólogo y psicólogo social argentino Roberto Víctor Ferrari.[cita requerida] En España, las primeras escuelas donde se imparten criminología, que dependían de la facultad de derecho, fueron creadas en Barcelona (1955) y en Madrid (1964).

                   Criminologia moderna
A partir de mediados del siglo XX, se presenta un cambio de paradigma en la ciencia criminológica fijando su atención en los procesos de criminalización, en el ambiente social, pero estudia también a la víctima. Según la definición de Antonio García-Pablos de Molina
Es una ciencia empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de suministrar una información válida, contrastada, sobre la génesis, dinámica y variables principales del crimen —contemplado éste como problema individual y como problema social— así como sobre los programas de prevención eficaz del mismo, las técnicas de intervención positiva en el hombre delincuente y los diversos modelos o sistemas de respuesta al delito.
Positivismo criminológico
El positivismo criminológico es por sí solo una reafirmación de la predisposición del hombre respecto a sus características inherentes como humano, basándose en la complexión, sexo, estatura, etc; de esta manera si el individuo es corpulento está predispuesto a cometer delitos como violaciones u homicidio culposo, si es delgado a cometer crímenes pasionales o delitos relacionados a los bienes, por ejemplo. Su gran dependencia de la Medicina para la explicación de las causas delincuenciales es evidente, como en su tiempo lo fue la Frenología. Resulta necesario aclarar que este tipo de criminología está descartada desde finales de los 90's por su falta de pruebas contundentes como una "ciencia" viable en la explicación de la comisión de delitos.

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